Primero en mi lista estaba Viña Vik. Con una visita guiada y degustación, descubrí los secretos detrás de los impresionantes vinos de esta prestigiosa viña. Definitivamente, una parada obligatoria para todos los amantes del vino.
Después de esa experiencia, necesitaba un momento de relajación, y ¿qué mejor lugar que MontGras? Acá disfruté de un almuerzo delicioso rodeada de viñedos y con una atención cálida y acogedora. Fue el plan perfecto para desconectar y simplemente disfrutar.
Pero la aventura no terminó ahí. ¡Viña Montes fue el broche de oro de mi día! Desde degustaciones hasta almuerzos con vista a los viñedos, esta bodega ofrecía una experiencia sensorial incomparable. Ver el atardecer mientras saboreaba los mejores vinos chilenos.
Con estas tres recomendaciones, vivi una aventura enológica única en Chile. ¡Explorar las diferentes propuestas vitivinícolas de este hermoso país es algo que todos deberían experimentar al menos una vez en la vida!
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